Hay tres tipos de personas: a las que no les gusta el baile, a las que les gusta y las que son baile. Rocío es sin duda de la tercera categoría. Ángel ¡la que te ha caído!

Rocío es una persona muy especial no sólo para mi sino sobretodo para mi peque. Siempre será su profe de baile favorita. Cuando nos dijo que se casaba quedó claro que no podíamos faltar.

Ella un terremoto, él todo calma: la combinación perfecta.

Cuando apareció en la pequeña Iglesia de su pueblo, Rozas de Puerto Real, nos sorprendió a todos. Ella es muy flamenca y yo creo todo el mundo esperaba un vestido a lo Viki Martín Berrocal. Entró con un estupendo vestido muy de novia con mucho vuelo. Estaba preciosa. Yo sólo pensaba: Esta mujer va a bailar fijo, ¿Cómo lo va a hacer con ese vestido? pues claro está que cuando se es una artista se es una artista y a la salida de la ceremonia se marcó unas sevillanas moviendo el vestido como si aquello no pesara.

Para la cena nos desplazamos a la Ventilla del Escribano, allí nos hicimos cargo de los peques de la boda con los que nos lo pasamos genial. Fue una cena muy animada ya que habían preparado un juego. En cada mesa había una tarjeta con el nombre de una canción. Cuando sonaba los integrantes de la mesa se levantaban y bailaban en coreografía, o lo que se podía jjjej.

Como podéis imaginar el baile nupcial no fue un vals. Decir que Ángel lo hizo como un bailarín profesional estando a la altura. Con elevación de Rocío a lo Dirty Dancing y todo.

Sólo puedo deciros una cosa: ¡Qué viva el amor!